García, Eshoo, McGovern, Correa, Dirigen una Carta a Biden Pidiendo Justicia para los Sacerdotes Jesuitas Asesinados
WASHINGTON, D.C. – Los congresistas estadounidenses Jesús “Chuy” García (IL-04), Anna G. Eshoo (CA-18) Jim McGovern (MA-02), Lou Correa (CA-46), y 20 miembros más del Congreso pidieron ayer al presidente Biden que tome medidas en respuesta a los recientes asesinatos de dos sacerdotes jesuitas en México. Los congresistas instan a la Administración a trabajar en estrecha colaboración con el gobierno mexicano para garantizar justicia por estos asesinatos e implementar políticas para poner fin a la crisis de violencia que azota al pueblo mexicano.
El 20 de junio, los padres Javier Campos y Joaquín Mora abrieron su iglesia en una zona rural del norte de México a Pedro Palma, un guía turístico local que estaba siendo perseguido por un poderoso miembro del cartel de Sinaloa. Cuando el jefe del cartel llegó a la iglesia, asesinó al Sr. Palma antes de disparar fatalmente contra ambos sacerdotes. Los legisladores señalan en su carta que estos asesinatos son parte de un ciclo de violencia en México
Los Congresistas escribieron:
“Dada la inquietante realidad de que los autores de delitos violentos en México rara vez son llevados ante la justicia, es fundamental que su administración trabaje en estrecha colaboración con el gobierno mexicano para garantizar que se rindan cuentas por los asesinatos del padre Campos, el padre Mora y el señor Palma. Al tiempo que escribimos esta carta, el presunto homicida, José Noriel Portillo Gil, no ha sido detenido. Esto es muy alarmante porque el Sr. Portillo es buscado por varios otros asesinatos, incluido el asesinato de un turista estadounidense en 2018”.
En 2021, se registraron más de 33,300 homicidios en México, un aumento significativo respecto de los aproximadamente 15,650 de 2014. México superó recientemente el sombrío hito de 100,000 desapariciones, con más de 20,000 en los últimos dos años. Para abordar esta violencia desenfrenada, los legisladores instan a la Administración a profundizar la cooperación con el gobierno mexicano y los grupos de la sociedad civil para erradicar la corrupción, aumentar la capacidad de investigación de las fuerzas del orden público mexicanas y fortalecer la independencia de los fiscales y jueces en México.
La carta está firmada por los congresistas Eshoo, McGovern, García, Correa, Vargas, Norton, Grijalva, Porter, Napolitano, Velázquez, Barragán, Schakowsky, Waters, Titus, Panetta, Quigley, Cárdenas, Espaillat, Andy Levin, Connolly , Castro y Lowenthal.
Un PDF de la carta en inglés se puede encontrar AQUÍ y la traducción al español está a continuación:
Estimado Presidente Biden,
Al igual que muchos estadounidenses y observadores de todo el mundo, estamos consternados por los brutales asesinatos de los padres Javier Campos y Joaquín Mora, sacerdotes jesuitas que fueron asesinados en su iglesia en Chihuahua, México, en junio. Esta tragedia es emblemática de la violencia desenfrenada que azota muchas regiones de México y tiene un costo humanitario devastador para el pueblo mexicano. Le escribimos para instar a su administración a trabajar en estrecha colaboración con el gobierno mexicano para garantizar una justicia rápida y completa por estos asesinatos y alentar la implementación de políticas para poner fin al ciclo de violencia.
Como sabrán, el 20 de junio, los Padres Campos y Mora abrieron su iglesia en el norte rural de México a Pedro Palma, un guía turístico local que estaba siendo perseguido por un miembro poderoso del cártel de Sinaloa. Cuando el jefe del cartel llegó a la iglesia, asesinó al Sr. Palma antes de disparar fatalmente a ambos sacerdotes. Conocidos por sus colegas como “hombres de fe inquebrantable”, los padres Campos y Mora fueron asesinados por brindar refugio a un hombre que temía por su vida.
Este horrible incidente está lejos de ser único en un país que ha experimentado un aumento de la violencia durante años. En 2021, se registraron más de 33,300 homicidios en México, un aumento significativo respecto de los aproximadamente 15,650 de 2014. México también superó recientemente el sombrío hito de 100,000 desapariciones, con más de 20,000 en los últimos dos años. Esta violencia incesante es alimentada por el crimen organizado y agravada por altos niveles de corrupción en la aplicación de la ley. Según el General Glen VanHerck, Comandante del Comando Norte de los EE. UU., aproximadamente un tercio de México se compone de “áreas no gobernadas” donde las organizaciones criminales operan con impunidad.
Los miembros del clero son particularmente vulnerables a la violencia porque sirven a comunidades desfavorecidas donde el crimen organizado es más frecuente. También actúan como pacificadores, mediando disputas entre pandillas en regiones con mínima presencia del gobierno. Por estas razones, más de 30 sacerdotes han sido asesinados en México durante la última década, y muchos de estos asesinatos siguen sin resolverse.
Dada la inquietante realidad de que los perpetradores de delitos violentos en México rara vez son llevados ante la justicia, es fundamental que su administración trabaje en estrecha colaboración con el gobierno mexicano para garantizar que se rindan cuentas por los asesinatos del padre Campos, el padre Mora y el Sr. Palma. Al tiempo que les escribimos, el presunto homicida, José Noriel Portillo Gil, no ha sido detenido. Esto es muy alarmante porque el Sr. Portillo es buscado por varios otros asesinatos, incluido el asesinato de un turista estadounidense en 2018.
Además de trabajar para promover la justicia en este caso particular, también alentamos una mayor coordinación bilateral con México para abordar la violencia rampante. Aplaudimos sus esfuerzos exitosos para desarrollar un nuevo plan de seguridad en cooperación con México, el Marco del Bicentenario México-Estados Unidos, que da prioridad al fortalecimiento del estado de derecho, la promoción de los derechos humanos y la adopción de un enfoque de salud pública para reducir la demanda de drogas ilícitas. Sin embargo, se necesitan más acciones para responder a una crisis de esta magnitud.
Instamos a su administración a profundizar la cooperación con el gobierno mexicano y los grupos de la sociedad civil para erradicar la corrupción, aumentar la capacidad de investigación de las fuerzas del orden público mexicanas y fortalecer la independencia de los fiscales y jueces en México. También lo alentamos a rechazar el enfoque militarizado del presidente Andrés Manuel López Obrador para combatir el crimen organizado, que plantea graves preocupaciones en materia de derechos humanos y no logra enfrentar la causa fundamental de la violencia: la cultura generalizada de la impunidad.
Al aumentar nuestros esfuerzos para abordar la crisis de violencia que aflige a nuestros vecinos mexicanos, honraremos los legados de los Padres Campos y Mora y todos los que han perdido la vida en este derramamiento de sangre sin sentido. Gracias por su atención a este importante tema y por su continuo compromiso con la restauración de la paz y el fortalecimiento de los derechos humanos en México.
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